La empresa Arbistar 2.0, radicada en Tenerife y dirigida por el español Santiago Fuentes Jover, ha dejado a 30.000 inversores de su producto estrella Community Bot sin poder acceder a sus fondos, en una supuesta estafa que algunos medios llaman “el caso Madoff español”.

La web independiente Tulip Research, que analiza actividades fraudulentas en blockchain, cifra en mil millones de dólares (850 millones de euros) la cantidad que habría entrado en sus cuentas.

Según Tulip Research, Aribstar “ha usado BTCPayServer durante el último año aprovechando la funcionalidad PayJoin para ocultar el rastro del dinero“. Antes de su implementación, se podía trazar sin problema los distintos movimientos que la empresa realizaba con el capital entrante.

Arbistar, estafa de Ponzi

El método de Arbistar consistía en prometer rentabilidad con un robot de arbitraje de criptomonedas que adquiría donde el bitcoin estuviese más barato y vendía donde fuese más caro, hasta un 1% diario de beneficios.

Es la clásica estafa piramidal o pirámide de Ponzi, que funciona durante un tiempo, mientras se consigue atraer a un gran número de inversores, pero que termina cayendo, cuando los usuarios nuevos no pueden obtener su rentabilidad.

El comunicado de Arbistar

Desde la empresa se defienden señalando que han tenido errores en el bot de los que se han enterado el 1 de agosto al fallar la base de datos, y que, debido a esos errores, han estado pagando un año entero más de lo que debían, lo que les había obligado a cerrar.

Arbistar indica que “para que nadie pierda, vamos a congelar todas las cuentas del Community Bot de todos los clientes y devolveremos el CAPITAL NO RECUPERADO (las mayúsculas son suyas) de aquellas cuentas que están en balance negativo a día de hoy, desde que empezaron”.

También añaden que “están estudiando cómo proceder” con las cuentas que han obtenido ganancias, sean profits o por Plan Amigo.

Pero no es la primera vez que Santiago Fuentes aparece envuelto en casos de estafa. Como reseña la web, este fue líder de GetEasy, que anunciaba en 2015 la implementación de sus geolocalizadores en unos supuestos vehículos eléctricos que se iban a fabricar en Portugal e iban a contar con una autonomía de 800 kilómetros.

En este caso, hasta Simón Pérez y Silvia Charro, los famosos de la “hipoteca fija”, ya habían anunciado que podíamos estar ante una estafa.

Numerosos clientes ya han efectuado denuncias por apropiación indebida. Estaremos pendientes de cómo evoluciona el caso.

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