Tras muchos ires y venires, esta semana hemos conocido el acuerdo final alcanzado por los consejos de administración de Bankia y CaixaBank, que han dado por aprobada la fusión de ambas entidades.
El Estado seguirá como accionista del nuevo gigante bancario, con una participación del 16%, mientras que la Fundación la Caixa mantendrá un 30% del grupo.
La fusión aprobada
En una información privilegiada publicada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se explica que la operación se va a ejecutar mediante la emisión de nuevas acciones de CaixaBank S.A. para dar entrada a los accionistas de Bankia. Recibirán, sin compensación económica añadida, 0,68 títulos por cada uno nuevo de la entidad catalana. Se trata, por tanto, de una fusión por absorción de Bankia por CaixaBank.
Como resultado de esta operación, según indica CaixaBank, se espera generar sinergias anuales de costes de alrededor de 770 millones y la generación de nuevos ingresos anuales de alrededor de 290 millones, con un beneficio estimado para la entidad catalana del 28% respecto a las estimaciones de mercado para 2022.
Tras el cumplimiento de los trámites preceptivos, la fusión proyectada será sometida a la aprobación de las juntas generales extraordinarias de accionistas de Bankia, S.A. y de CaixaBank, S.A., que se espera se celebren durante el mes de noviembre de 2020. La eficacia de la operación quedará condicionada a la obtención de las autorizaciones regulatorias correspondientes. Está previsto que la fusión se complete durante el primer trimestre de 2021.
Bankia ha afrontado este proceso con el asesoramiento de EY y Rothschild y CaixaBank por Morgan Stanley y Deloitte.
La nueva entidad, que mantendrá la marca CaixaBank, será el banco de referencia en España con más de 20 millones de clientes, una cuota en créditos y depósitos del 25% y 24%, respectivamente, y una presencia geográfica diversificada y equilibrada.
La nueva CaixaBank estará presidida por José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, una vez sea designado por el nuevo Consejo de Administración de CaixaBank. El presidente, que tendrá la condición de ejecutivo, será responsable de las áreas de Secretaría del Consejo, Comunicación Externa, Relaciones Institucionales y Auditoría Interna (sin perjuicio de mantener la dependencia de esta área de la Comisión de Auditoría y Control).
El actual consejero delegado, Gonzalo Gortázar, será el primer ejecutivo de CaixaBank, con reporte directo al Consejo de Administración, teniendo la responsabilidad sobre todas las áreas no comprendidas en el párrafo anterior, y presidiendo a su vez el Comité de Dirección.
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