Hoy quiero hablaros de un proyecto social para mejorar la vida de las personas dependientes: AutonoMe, que ha recibido recientemente el Premio a la Innovación Social de la Caixa y cuyo objetivo es reconocer el estado emocional de los usuarios con altos niveles de dependencia para después adaptar las terapias a dicho estado.

Estimulación cognitiva en el Instituto de Robótica para la Dependencia, desarrollador de AutonoMe.

AutonoMe, los autores

AutonoMe, impulsado por la Fundación Ave María, ha sido desarrollado por investigadores del Instituto de Robótica para la Dependencia (IRP), que han combinado dispositivos wearables, software y algoritmos para elaborar esta herramienta.

Asimismo, ha contado con la colaboración del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), que hará la validación clínica para confirmar que es una herramienta útil a nivel cognitivo y emocional, al medir la evolución en el trabajo con Armoni a lo largo de un determinado período de tiempo.

La Fundación Ave María ya recibió el año pasado también el Premio a la Innovación y la Transformación Social de La Caixa por el proyecto Follow Me, que permite a un grupo de sillas de ruedas seguir de forma autónoma a una persona líder del grupo. Actualmente el IRD trabaja en mejorar la solución técnica para hacerla universal para cualquier tipo de silla de ruedas eléctrica.

Las fases de AutonoMe

Uno de los mayores retos con los que se han encontrado los desarrolladores de AutonoMe ha sido el de hacer una base de datos que contenga todos y cada uno de los parámetros que se necesitan para medir las emociones positivas y negativas en las personas con alto grado de discapacidad.

Y es que, aunque hace años que conocemos cuáles son los indicadores que nos permiten leer los estados de ánimo en cualquier persona, parece que a nadie se le había ocurrido hacerlo con las personas dependientes. Y ya iba siendo hora.

Así que la primera tarea de los investigadores fue analizar información externa, como la expresión facial, la mirada, la información que aportaban los terapeutas que conocían a las personas del experimento, e interna, como la actividad cerebral y electrodermal o el ritmo cardíaco, y elaborar una base de datos, MuDERI, con los patrones hallados.

En la primera fase, el IRD ha utilizado la plataforma digital Armoni, otro de sus grandes proyectos, una estación para la estimulación cognitiva de personas con discapacidad intelectual con 38 actividades personalizables que mide automáticamente y emite informes para el educador o terapeuta sobre la evolución del usuario a lo largo del tiempo.

De esta forma se personalizan y adaptan las tareas para lograr un mayor aprovechamiento.

Según narran desde el IRD y la Fundación Ave María, su objetivo es implementar este sistema de reconocimiento de emociones en otros dispositivos que utilizan para la estimulación de los residentes, como los REHABIBOTICS.

REHABIBOTICS, robots para la estimulación cognitiva.
Share This