La Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN) ha interpuesto una demanda contra las tarjetas revolving Visa Classic, Go y Gold de CaixaBank con el objetivo de expulsar del mercado las cláusulas abusivas que contienen estos contratos: no sólo el interés desproporcionado que alcanzan (por encima del 20%), sino también la falta de transparencia con las que se comercializan.
La demanda de ASUFIN
En la demanda, ASUFIN se refiere a la penalización abusiva de impago, al vencimiento anticipado del préstamo, al orden de satisfacción de la deuda, a la forma de pago y amortización de la tarjeta y al tipo de interés de estas tarjetas comercializadas por Visa y CaixaBank.
El juez de lo Mercantil número 4 de Valencia ha admitido a trámite la demanda de ASUFIN, que se convierte en la primera acción por cesación contra estas tarjetas que, más que productos financieros, son una auténtica estafa.
A esta demanda, bajo la dirección letrada del abogado colaborador de ASUFIN, Óscar Serrano, seguirán otras, ya presentadas y a la espera de admisión, contra las principales comercializadoras de estas tarjetas: Carrefour, Bankinter, Consumer y Wizink.
Tarjeta o préstamo revolving
La tarjeta revolving permite hacer pagos independientemente de que se disponga de fondos o no en la cuenta asociada, como si fuese una tarjeta de crédito, pero con la diferencia de que el usuario puede aplazar la devolución del dinero fijando una cuota.
Los pagos, por tanto, se realizan según las cuotas pactadas, a las que se aplicarán los intereses correspondientes, pero estos suelen ser muy elevados e inducen a caer en una espiral de endeudamiento.
Los intereses a aplicar en una tarjeta o préstamo revolving superan ampliamente el precio de mercado, por lo que el Tribunal Supremo los ha declarado usurarios. Así, gracias a la Ley de Represión de la Usura de 23 de julio de 1908, también denominada Ley Azcárate, se puede limitar la libertad de pactos a la fijación del tipo de interés remuneratorio de un crédito o un préstamo.
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