El pasado lunes, 7 d ejunio, ha sido detenido en Torrox el bróker Javier Biosca, acusado de una estafa piramidal en la que podría haber hasta 4000 afectados y miles de millones de euros, si bien la acusación hasta el momento la forman 600 personas que invirtieron alrededor de 280 euros.
Biosca, que huyó en un jet privado a Guinea-Bisáu junto a un grupo de apoyo y de confianza, dejando en Marbella a su mujer y a su hijo, como si se tratase de una serie de Netflix o HBO sobre mafia y corrupción, se encuentra en estos momentos en prisión provisional comunicada y sin fianza por orden del Juzgado Central de Instrucción 1 de Málaga.
El juez Santiago Pedraz ha señalado que hay riesgo de que tanto él como su entorno pudieran “eludir la acción de la justicia” destruyendo “elementos probatorios aún pendientes de analizar y de localizar”.
Pedraz señala que “ha quedado indiciariamente que Javier Biosca Rodríguez se presentaba como bróker especialista en el mercado de criptomonedas desde hace más de cinco años, y se dedica a la inversión por cuenta ajena de capitales para la obtención de rendimientos por medio de la compraventa de criptomonedas, mientras que los inversores tenían como misión poner a disposición del bróker euros y/o bitcoins para la obtención de un rendimiento mensual convenido en el contrato entre ambos”.
La estafa piramidal de Algorithmics Group Ltd
La abogada Emilia Zaballos, ocia directora de Zaballos Abogados y presidenta de la Asociación de Afectados por Inversiones en Criptomonedas, ha narrado a Business Insider que la primera ocasión en la que Biosca compra divisas digitales es después de que su madre le dé dinero en metálico obtenido tras empeñar sus joyas.
Más adelante, consigue una cantidad de unos cuantos inversores con un 20% y un 25% semanal, dándoles la opción de recuperarlos o reinvertirlos y haciéndoles transferencias bancarias en el caso de que optasen por lo segundo.
El boca a boca hizo el resto y Biosca se vio pronto con 500 inversores. Es entonces cuando alquila un chalé en Marbella pagando los 180.000 euros anuales por adelantado para acercarse agrandes clientes para su negocio.
El perfil de las víctimas de esta estafa es variopinto: inspectores de Hacienda, policías, jueces, notarios, abogados, personal de limpieza y vigilancia… “un 3% supera los 500.000 euros de capital inicial, un 2% entre 1,5 y 2 millones de euros y el 95% restante con cantidades más pequeñas, desde 1000 a 50000 euros”, conseguidos pidiendo préstamos o hipotecando su piso.
A comienzos de 2020 comienzan las irregularidades y el incumplimiento de los pagos, y ya en octubre se dejan de abonar las cantidades, levantando la liebre de este fraude en modalidad de esquema de Ponzi o piramidal y empiezan las denuncias.
Ahora que ha sido detenido, se espera proseguir con la investigación y que se sumen más víctimas de esta estafa a la causa.
La CNMV señala que se trataba de un chiringuito financiero y el Banco de España también lo sabía, según indica Zaballos, por lo que la batalla está también en buscar una regulación de las criptomonedas, uno de los objetivos de la Fundación Zaballos para la Defensa de los Derechos Constitucionales.
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