Después de realizar una revisión de las actividades en redes sociales de
influencers en el sector financiero, la CNMV ha observado que algunos
de ellos podrían estar emitiendo recomendaciones de inversión sin
cumplir con los requisitos establecidos por el régimen de la Unión
Europea (UE). En particular va a contactar con las personas inicialmente
identificadas por la CNMV como ‘expertos’ para solicitar aclaraciones
sobre su actividad.

La actividad de elaboración y difusión de estas recomendaciones está
regulada en el Reglamento UE 596/2014 sobre el abuso de mercado y
en el Reglamento Delegado (UE) 2016/958 que lo desarrolla. La
normativa tiene como principales objetivos que las recomendaciones
sean presentadas de forma clara, exacta y objetiva y que se informe
sobre los intereses y conflictos de intereses que tenga la persona que
emite la recomendación sobre los instrumentos financieros a los que se
refiera. En el caso de los expertos, la normativa contempla que deben
seguirse requisitos adicionales.

Con esta actuación de supervisión, la CNMV pretende promover el
cumplimiento de los objetivos de la legislación. Esto es, que quienes
hagan recomendaciones de inversión se identifiquen adecuadamente,
presenten las recomendaciones de manera objetiva y revelen todas las
relaciones o circunstancias que pudieran afectar a su objetividad. Y
asegurar una igualdad de trato con las personas y entidades
supervisadas que emiten sus recomendaciones respetando los
requisitos normativos.

Una recomendación de inversión consiste en una información en la que
se recomiende o sugiera una estrategia de inversión, de forma explícita
o implícita, en relación con uno o varios instrumentos financieros o con
los emisores, incluida toda opinión sobre el valor o precio actuales o
futuros de esos instrumentos, destinada a los canales de distribución o
al público.

Para determinar si se emite una recomendación es necesario analizar la
sustancia de lo que se comunica, es decir, si se recomienda una
estrategia de inversión (comprar, mantener o vender instrumentos
financieros), con independencia del nombre que se dé a la
comunicación, su formato o el medio a través del que se difunde (puede
ser por vía electrónica o verbal, por ejemplo). Así, para que una
información constituya una recomendación no es necesario que se
presente por escrito o que se denomine como tal.

Habitualmente, las recomendaciones de inversión son emitidas por
empresas de servicios de inversión o entidades de crédito que se
dedican a esta actividad y la CNMV supervisa de forma regular el
cumplimiento por parte de estas entidades de los requisitos detallados
que se establecen en la legislación. Sin embargo, las recomendaciones
también pueden ser elaboradas y divulgadas por otras personas, que
están sujetas a ciertos requisitos mínimos. Cuando estas otras personas
se presentan al público en general como poseedores de experiencia o
conocimientos sobre instrumentos financieros y los mercados, o son
percibidos como tales por los participantes del mercado, la regulación
les califica como ‘expertos’ y les sujeta a requisitos adicionales. Estos
expertos pueden pensar erróneamente que el régimen de la UE sobre
recomendaciones de inversión no les aplica por el hecho de transmitir
sus comunicaciones a través de redes sociales o de forma verbal.

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