Revisando anteriores convocatorias de ayudas al emprendimiento social de CaixaBank como la que empieza ahora en septiembre me encuentro con Sylvestris, Ingeniería natural, un proyecto de emprendimeinto social dedicado a la restauración forestal de zonas devastadas por incendios.

Enrique Enciso y Francisco Martínez, ingenieros técnicos forestales, fundaron Sylvestris a mediados de 2013 y desde entonces han desarrollado, entre otras cosas, una técnica de bajo impacto y sencilla que permite llevar a cabo la siembra a personas en riesgo de exclusión social.

La tecnología de Sylvestris

Las herramientas propias que ha desarrollado Sylvestris para la siembra de semillas son sencillas y ligeras, de manera que permiten trabajar a muchos tipos de personas que de otra manera quedarían excluidas de este sector: discapacitados, personas con constitución física no muy fuerte y otros colectivos a los que imparten formación especial.

Asimismo, cuentan un laboratorio propio donde preparan las semillas antes de llevarla al monte para su siembra. Según señalan en su web, el coste de repoblación con semillas es entre una tercera parte y la mitad más económico que con plantas, si se utilizan las técnicas y tratamientos a la semilla adecuados.

Pioneros en el uso de drones para reforestación

Sylvestris, además, ha sido galardonada este año con el primer premio a la mejor idea de utilización de drones del CivilDRON´16 por su propuesta de uso para reforestación de zonas devastadas por incendios en lugares de difícil acceso.

Sylvestris usa drones para reforestar zonas inaccesibles

Esta iniciativa, que ha desarrollado junto con la empresa Triedro, permite que estas áreas inaccesibles puedan ser reforestadas de forma exitosa en costes y plazos de ejecución.

Impacto social

El impacto positivo de Sylvestris es de triple efecto: económico, social y ambiental, que evalúan de manera objetiva y cuantitativa con indicadores claros: número total de hectáreas desarboladas intervenidas para su restauración, número total de contactos realizados a personas con riesgo de exclusión social y número total de personas que han recibido formación.

En cuanto a la actividad ambiental de Sylvestris, esta no solo gira en torno a la reforestación, sino a proyectos de ingeniería ambiental, uso de energías renovables, mitigación y adaptación al Cambio Climático, elaboración de inventarios e instrumentos de gestión que persigan el desarrollo sostenible, acciones formativas, etc.

Desde su propia página web indican, además, que en el proceso de selección de personal tienen en cuenta a las personas con mayores dificultades de acceder al mercado laboral (familias monoparentales, parados mayores de 45 años, víctimas de violencia de género, etc.) y que sean habitantes del entorno donde se lleve a cabo el proyecto.

Gestión económica orientada a la igualdad

Uno de los puntos de diferenciación de Sylvestris con respecto a otras empresas que no se dediquen al emprendimiento social es su política económica, de la que, si muchas empresas tomaran nota, podríamos obtener cambios muy positivos para la sociedad.

En Sylvestris solo se reparten un 30% de los dividendos, reinvirtiendo el resto en la propia empresa, de manera que la tecnología no quede obsoleta, como sucede en otras compañías donde los beneficios priman sobre la actividad.

Asimismo, y con una sensibilidad social que llama a quitarse el sombrero, los fundadores de Sylvestris son conscientes de que “las desigualdades sociales existentes se deben en parte a las diferencias salariales”, y por ello han establecido una ratio máxima entre el salario más bajo y el más alto de 1:7. ¿Nada mal, verdad? Una gran mayoría firmaríamos por trabajar en empresas así.

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